Técnica del volcán

Una de las técnicas que más se explican en terapia cuando trabajamos las emociones de rabia/ira en peques es la técnica de volcán. Es una herramienta muy útil y sencilla con la que trabajamos la gestión de la ira y el control de impulsos en los más pequeños. Se centra en trabajar el autocontrol, algo que debe aprenderse desde bien pequeños. Aunque esta técnica está enfocada a población infantil ( a partir de los 2 años) también es posible trabajar con población adulta. 

El enfado es una emoción necesaria como cualquier otra. No se trata de una emoción “mala” o “peligrosa”, aunque a veces sintamos que sí lo es ya que puede conllevar sentimientos desagradables y consecuencias negativas. El enfado, sobre todo en niños, puede llevar a mostrar gran impulsividad, lo que incrementará aún más el malestar. Es importante entender que el enfado es una emoción normal y necesaria en determinadas situaciones. No es una emoción que debamos evitar ni reprimir, es una emoción que debemos aprender a gestionar lo que implica controlar las respuestas.

La capacidad de controlar los impulsos y los deseos no es algo innato, no nacemos con ello,  debe ser adquirida mediante ciertos aprendizajes a lo largo del tiempo; por ello es importante trabajar en el desarrollo desde la infancia.

Esta técnica de autocontrol, como se ha mencionado anteriormente, se puede usar tanto para población infantojuvenil como adulta ya que es una técnica muy gráfica. Consiste en asemejar los enfados a un volcán: cuando el volcán está a punto de entrar en erupción, hay que tratar de controlar que la lava no se derrame. Esto se asemeja al enfado rabia/ ira que podamos tener y la lava serían las consecuencias de esa erupción.

Esta técnica es un recurso lúdico y educativo perfecto para aprender a identificar y reconocer la emoción del enfado/rabia/ira/frustración y además enseñar alternativas para su mejor gestión.

¿Cuáles son sus beneficios?:

En terapia enseñamos que el enfado es una de las emociones principales (junto con la calma, miedo, alegría y tristeza) y que es normal enfadar porque quiere decir que algo nos ha molestado. No se trata de reprimir una emoción, pero sí es importante controlar ciertas conductas ya que pueden llegar a tener consecuencias que no nos gustan, que no se hagan sentir culpables, etc.

Los peques deben contar con recursos y herramientas suficientes para actuar de forma apropiada y esta técnica es una alternativa para controlar la parte negativa del enfado. 

¿En qué consiste la técnica del volcán?

Sabemos que, en el funcionamiento de un volcán, el primer paso es un gran temblor interno que precede a una explosión y expulsión de gran cantidad de lava desde la boca del volcán. Del mismo modo, las personas presentamos ciertas sensaciones internas antes de “explotar” y realizar la conducta disruptiva como por ejemplo calor en la tripa.

La técnica del volcán ayuda a los niños y no tan niños a identificar y reconocer los cambios fisiológicos que producen los estados de ira y frustración. De este modo, cuando experimenten esas sensaciones en su cuerpo, serán capaces de gestionarlas de una forma adecuada en vez de dejarse arrollar por esa emoción.

 ¿Cuáles son los pasos de esta técnica?

Lo primero de todo, es pedir al peque que dibuje un volcán en un folio. Si el niño es muy pequeño lo puede dibujar un adulto o descargar el documento que dejo a continuación con la ficha ya hecha. Le pediremos que se imagine que existe un volcán en su interior, que representa su fuerza y energía. Cuando nos enfadamos, ese volcán se calienta y empieza a producir lava, pudiendo llegar a descontrolarse y producir una erupción. A continuación, le invitaremos a responder a las siguientes preguntas: 

  1. “¿Qué cosas te enfadan?”. Con esta pregunta ayudaremos al peque a reconocer las situaciones de estrés que le hacen sentir enfado y que pueden llegar a desencadenar la erupción de su propio volcán interior (por ejemplo, que les riñan, que se metan con él/ella o que le castiguen).
  2. “¿Qué pasa cuando te enfadas?”. La idea es ayudar a los niños a identificar las sensaciones internas previas al estallido (calor, aumento de las palpitaciones, respiración acelerada, tensión muscular, etc.) Si entienden los cambios que ocurren en sus cuerpos, podrán prever lo que ocurrirá. Así los niños reflexionan y hacen conscientes los cambios, tanto internos como externos, que ocurren cuando se enfadan (ponerse tenso, llorar, gritar, tirar cosas, etc.)
  3. “¿Qué puedes hacer para mantener el control?” Con esta pregunta podremos desplegar los distintos recursos que conozcamos para controlar y frenar este proceso. Es posible que necesiten la ayuda de una persona adulta que le otorgue alternativas de conducta adecuadas: respiración profunda, relajación muscular, auto instrucciones, contar hasta q0, ir al rincón de la calma, apretar fuerte un cojín, etc. No existe una única respuesta eficaz, sino que dependerá de la edad, personalidad y gustos de cada niño y sus familias. Eso sí, el desarrollo de estas estrategias requerirá tiempo y esfuerzo.

Debemos tener en cuenta que el proceso no acaba con la explicación de esta estrategia, si no que las personas adultas (padres, familiares, educadores) debemos de estar atentos a las situaciones donde se presente el enfado. De esta forma, podremos recordar la técnica del volcán y las soluciones que hayamos encontrado juntos. Sólo así, a base de repetición y guía externa, irá interiorizando este proceso y siendo capaz de ponerlo en marcha él (ella) sólo. Es decir, habrá aprendido a autocontrolarse.

Si necesitas ayuda para manejar la emoción de enfado con tu peque, no dudes en ponerte en contacto conmigo a través del correo hola@psicologiagm.com  . Me pondré en contacto contigo y trabajaremos juntos para confrontar esta situación.

Mi nombre es Gloria, y estaré encantada de ayudarte.

También puede interesarte...

Diagnostico psicológico de mi hijo

Me acaban de dar un diagnóstico psicológico de mi hijx, ¿Ahora qué hago?

Síndrome de la cabaña

Derecho a decir no

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad